Luego su madre lo despertó y él creyó que seguía soñando que era una mariposa y lo creyó tanto que intento volar y se lanzo de una 4ta planta al caer de tan alto miro sus brazos lejos de tener forma de alas mariposa y de repente ¡pum! Ese fue el sonido del golpe que lo hizo recordar que al levantarse debe lavarse la cara para dejar los sueños en la cama y no repetir esa dolorosa experiencia.
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