Entonces, al haberse convertido en polvo grueso mas parecido a la tierra que rogaba a las personas que pasaban por el lugar le plantaran una semilla, y una noche un niño paso y dejo caer unas semillas que iba comiendo. Al cabo de 3 meses el hombre que solía ser polvo se convirtió en cactus con largas piernas y espinas puntiagudas. Él no podía tocar a nadie todas las personas le huían e incluso las plantas y arboles le temían, ya no sabia que hacer intento cortarse las espinas con una tijera, pero las afilo mas y peor las personas le tenían mas miedo y terror e incluso llego a tener pensamientos de suicidarse.
Pero un día el hombre-cactus con hambre no tenía que comer y pasando por la dulcería vio una caja enorme de malvaviscos y cuando intento agarrar uno que se salía de la caja vio que tapo su aguja ¡guao! Era la solución. Pidió un préstamo a Wilton en el politécnico madre Rafaela Ybarra, pero tuvo que darle el cuaderno de contabilidad de Vicenzo como garantía.
El cactus con su dinero compro 16 cajas de malvaviscos tapo todas sus agujas y vivió feliz en su pueblo y todas las mujeres lo amaban por lo suave que era abrazarlo y lo rico que sabia al besarlo.
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