miércoles, 27 de octubre de 2010

Final del cuento casa tomada.

Siguieron escuchando pequeños pero molestosos ruidos que venían del sótano y sentían que ese ruido los perseguía por toda la casa e incluso no dejaba la pobre arlene tejer. Hasta que un día me arme de valor y baje al sótano donde lo primero que vio es una sombra que pasa rápido por frente de mí y la alumbro con mi foco,  una rata y otra y otra por todas partes que se estaban comiendo nuestro amado hogar y cada mordida y cada chillido era insoportable.
Al otro día fui al frente de mi casa en un nuevo negocio del fumigar que la noche anterior no estaba ahí entre al local donde me trataron muy bien llene un formulario para la noche siguiente no se escuchaba ni un solo ruido de esas apestosas ratas. Les tenía tanto odio que luego de muertas las eche en un saco y las lleve a la pradera y las queme. ¡JA!.
Cuando llegue a mi casa era diferente se sentía una hermosa paz y serenidad pero todavía escuchaba algo esta vez era en el cuarto subí rápido y ¡NOOOOOOO CUCARACHAS!.

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